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Salmos 64. Cuidado con la Lengua

 

David era un guerrero acostumbrado a la guerra, no le tenía miedo a las flechas ni las espadas de acero, pero si le tenía miedo a la lengua de sus enemigos. V 1, 3 “Escucha, oh Dios, la voz de mi queja;

Guarda mi vida del temor del enemigo. Que afilan como espada su lengua;
Lanzan cual saeta suya, palabra amarga,

Las espadas de acero las podía ver, los que usan la lengua como arma lo hacen a las escondidas. V 4 “Para asaetear a escondidas al íntegro; De repente lo asaetean, y no temen.

Dios nos dio el poder en la lengua tanto para hacer el bien como para hacer el mal, la decisión para que la utilizamos es nuestra. Proverbios 18: 21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos

El Peligro de una lengua sin Control.

1. Se Jacta de lo que no es. Santiago 3: 5 a “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas.” vive una doble vida una su realidad y otra para quienes lo ven o lo escuchan.

2. Forma grandes Problemas. Santiago 3: b “He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego” una pequeña palabra mal dicha puede dañar la vida de una persona.

3. En Nuestras fuerzas no la podemos controlar. Santiago 3: 7-8 “Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal” nuestra naturaleza pecaminosa nos impulsa a utilizar la lengua para destruir, escuchamos un mal comentario de los demás y en seguida nos da ganas de seguir criticando.

El adagio popular dice que demos conectar nuestra lengua al cerebro antes de hablar. Algunos dicen que son muy sinceros y que no tienen pelos en la lengua, esto es verdad no tienen pelos en la lengua, pero parece que tienen cuchillas; cada vez que hablan hieren y maltratan. Proverbios 12: 18 “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; 
Mas la lengua de los sabios es medicina
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Como Controlar nuestra Lengua…

1. Reconociendo que solo Jesucristo nos puede ayudar. Salmos 141: 3- 4 “Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios. No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites.

2. Deseando hablar de manera correcta. Salmos 19: 14 “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío” antes de hablar deberíamos pensar cómo va a reaccionar esa persona con nuestras palabras, que quiero causar en ella. Colosenses 4: 6 “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.

3. Entendiendo que de nuestra forma de hablar depende el estado de ánimo de los demás. Proverbios 15: 4 “La lengua apacible es árbol de vida; Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.  Nuestra actitud se proyecta a través de nuestra forma de hablar.

4. No Hablando con Personas que acostumbran dañar con su boca. 1 corintios 15: 33 “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” Los seres humanos somos influenciables, imitamos lo bueno o imitamos lo malo todo depende del medio en el cual vivimos.

5. Creyendo que lo que decimos impacta en la forma de ser de nosotros y de los demás. Nosotros declaramos como queremos sentirnos. Joel 3: 10 “Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy.

6. Cuidando nuestro corazón. Si nuestro corazón esta alimentado de cosas malas, de nuestra boca solo saldrá cosas malas. Lucas 6: 45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca

7. Aprendiendo a escuchar más y hablar menos. Proverbios 13: 3 “El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.” la mejor forma de mantener una muy buena relación es si aprendemos a escuchar con atención antes de hablar por emoción. Santiago 1: 19 “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;

8. Entendiendo que de todo lo que nuestra boca hable nosotros tendremos que vivir o pagar las consecuencias. Mateo 12: 36-37 “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.

Los seres humanos tendemos a equivocarnos con más frecuencia cuando hablamos sin controlar lo que decimos, no te dejes llevar por la emoción, primero tranquilízate, respira profundo y piensa antes de hablar; que quieres hacer sentir a quien te va escuchar?

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